jueves, 3 de julio de 2014

Diez consejos de diez maestros del guion

Os dejo el enlace donde podréis leer diez consejos de cómo escribir un guion:
http://www.abcguionistas.com/noticias/lupa/diez-maestros-del-guion-diez-consejos.html

Me interesan todos, pero me llaman la atención especialmente los dos últimos:

9. Termínalo.Tengo muchos amigos que han escrito dos tercios de un guion y después se han pasado tres años reescribiendo eso. Terminar un guion es, en primer lugar, muy difícil, y en segundo, una experiencia muy liberadora. Aunque no sea perfecto, aunque sepas que vas a tener que seguir trabajándolo, sigue tecleando hasta el final. Obtener cierre es necesario.
JOSS WHEDON
(“Rosseanne”, “Alien:resurrection”, “Toy Story”)

10."Persevera. Nosotros empezamos por el principio y no dejamos de trabajar hasta el final del guion. Escena por escena. Por momentos comprendes que te has metido en un callejón sin salida y no te queda otra opción que retractarte. Pero a veces ese callejón sin salida te fuerza a reflexionar para salir de ese callejón en el que te has metido."

HERMANOS COEN
(“Arizona baby”, “Fargo”, “No es país para viejos”)

jueves, 29 de mayo de 2014

La verdad

Cuando se ha eliminado lo imposible, lo que queda, por improbable que parezca, debe ser la verdad.

Conan Doyle (cita extraída de uno de los libros donde aparece Sherlock Holmes)


¿Pero cómo distinguir lo posible de lo imposible?

miércoles, 9 de abril de 2014

Esperando un resplandor (de Amaral)

Necesito que me dejes en paz,
da igual que la gente crea
lo que cuentas sobre mi,
son historias que te inventas.

Tú lárgate ya,
que yo seguiré mi senda,
tú con tu vanidad,
y yo, en otro planeta,
como líneas paralelas.

No hay nada de nada,
nada de nuestras vidas,
nada en común
como la noche al día
tú en la mitad sombría
y yo esperando un resplandor.



Ojalá fuera tan fácil arreglarlo con una pelea
y me dices a la cara lo que cuentas sobre mi
las historias que te inventas.



No hay nada de nada,
nada de nuestras vidas,
nada en común
como la noche al día
tú en la mitad sombría
y yo esperando un resplandor.

Necesito que me dejes en paz, en paz, en paz....
en paz , en paz, en paz., en paz, en paz, en paz...

En paz, en paz, en paz, en paz, en paz,
en paz, en paz, en paz, en paz.



No hay nada de nada,( no hay nada de nada),
no hay nada de nada,
no hay nada de nada.
Como la noche al día,
tú en la mitad sombría
y yo esperando un resplandor.

La podéis oir aquí:

Interpretación de nuestro propio pasado

"En lo que concierne al pasado, todo el mundo escribe ficción"

Stephen King 
(cita del libro Joyland)


lunes, 24 de marzo de 2014

Ejercicio 54: Literatura infantil y juvenil

 El ejercicio que se puede leer a continuación lo escribí a partir de lo que aprendí en el fascículo número 54 del curso de escritura creativa "El placer de escribir" de Planeta deAgostini. El fascículo 54 se titulaba "Escribir para pequeños lectores: literatura infantil y juvenil"
El anunciado de la actividad era el siguiente:


Seguro que conoces el cuento de Hansel y Gretel, aquellos dos hermanos que, perdidos en el bosque, encuentran una casita de mazapán en la que vive una bruja, que los hace prisioneros y planea comérselos. Como ejercicio, te proponemos que actualices este cuento, en tres versiones:

1. Una para niños de 5 años, de no más de 1.200 caracteres con espacios. Naturalmente, has de pensar que iría ilustrada, de modo que las ilustraciones podrían complementar lo que explica el texto.

2. Una para niños de 10 años. A esta edad, has de enriquecer el cuento tradicional con otros elementos, si quieres captar su atención. Escribe tan solo la primera parte (1.500 caracteres con espacios), pero de manera que queden ya apuntados los elementos principales de la historia.

3. Una para adolescentes. Aquí puedes mostrar los aspectos más crudos de la historia, que posiblemente habrás mitigado en las versiones anteriores, como la angustia de los hermanos al verse solos en el bosque. Redacta un texto de 1.500 espacios en el que muestres a los dos hermanos en el bosque y cuentes sus reacciones de manera tal que el lector adolescente pueda identificarse con ellos.

Hansel y Gretel contado a tres públicos diferentes: niños de 5 años, de 10 años y para adolescentes.


Para niños de 5 años
Hansel y Gretel vivían en el bosque con su padre que era leñador. Eran tan pobres que no tenían dinero para comprar comida. Una noche el padre dijo a la madrastra:
—¿Qué comerán los niños si ya no tenemos comida?
La madrastra contestó:
—Ya sé que haremos: los abandonaremos en el bosque y así no tendremos que preocuparnos por darles de comer.
El padre no quería, pero ella se puso tan mandona que lo convenció.
Hansel, que no podía dormir de hambre, oyó todo lo que habían dicho y tuvo la idea de recoger piedras de fuera de la casa y las guardó en los bolsillos de su chaqueta.
Al día siguiente, Hansel fue tirando las piedrecitas por todo el camino, y cuando sus padres les abandonaron en el bosque, solo tuvo que seguir, cogido de la mano de Gretel, el rastro de piedras hasta llegar a casa.
Al cabo de un tiempo, los padres volvieron a quedarse sin comida y la madrastra decidió que esta vez los abandonarían en lo más profundo del bosque para que no encontraran el camino de vuelta. Hansel, que lo oyó todo, quiso salir al exterior a coger piedras, pero habían cerrado la puerta con llave. Así que al día siguiente solo tuvo el pedazo de pan que les habían dado para comer durante todo el día para dejar un rastro de miguitas de pan. Pero después de ser abandonados y cuando Hansel quiso seguir el caminito de trocitos de pan, los pájaros se los habían comido. Gretel rompió a llorar, pero Hansel le dijo que no se preocupara que Dios les ayudaría. Al día siguiente, vieron un pájaro azul que cantaba muy bien. Cuando los vio salió volando. Los hermanos lo siguieron y llegaron a una casa construida con chocolate, azúcar, caramelo y galletas. Hansel comió un trozo de techo y Gretel un pedacito de ventana. Desde dentro una voz de anciana les invitó a entrar dentro, y al hacerlo, ella les dio de comer y un lugar donde reposar. Pero ella no era bondadosa, sino una bruja que se comía a los niños; por eso, al poco, encerró a Hansel en una jaula y a Gretel la volvió su criada.
Cada día la bruja le decía a niño que le enseñara su dedo, pero él le mostraba un hueso de pollo. La bruja, que tenía muy mala vista porque tenía los ojos rojos, creía que el niño no engordaba, pese a que le daba muchísima comida cada día.
Al cabo del tiempo, la bruja se cansó de esperar y decidió comerse a los dos hermanos. Le dijo a Gretel que la masa de pan que estaba en el horno ya debía estar caliente y que mirara dentro del horno. La niña comprendió que la bruja la iba a meter dentro si obedecía. Así que dijo:
—¿Cómo podría entrar en el horno?.
—Boba. La entrada es grande. Yo misma podría entrar.
Y la anciana metió su cabeza dentro del horno y en ese momento Gretel aprovechó para empujarla dentro y cerrar la puerta. Después corrió a sacar a su hermano de la jaula.
Con la tranquilidad de que la bruja estaba muerta, buscaron en la casa y encontraron joyas y piedras preciosas. Después anduvieron por el bosque, hasta que encontraron la casa familiar. Su padre los abrazó con fuerza y les contó que la madrastra había muerto. Los niños enseñaron su tesoro y la familia vivió feliz y con amor para siempre.


Para 10 años

Al lado de un bosque espeso vivía un leñador pobre con su mujer y sus dos hijos: Hansel y Gretel. Eran tan pobres, que no tenían alimentos para sostener a toda la familia. Por eso, una noche a madrastra convenció al padre que abandonara a los niños en el bosque, para no tener que repartir la poca comida que les quedaba. Hansel, que no podía dormir de lo hambriento que estaba, oyó toda y cada una de las palabras, cosa que le decidió a salir de casa para buscar guijarros que estaban en el suelo, delante de la casa y brillaban a la luz de la luna. El niño recogió piedras hasta que llenó todos sus bolsillos.
A la mañana siguiente, la madrastra levantó a los niños, antes del amanecer:
—¡Vamos holgazanes! ¡Levantaos!
De camino al bosque, Hansel fue tirando piedras blancas a lo largo del camino. Después de ser abandonados, esperaron que saliera la luna para seguir el rastro de piedras hasta llegar a casa. Su madrastra, furiosa, dijo al padre, por la noche, que la próxima vez se internarían en la parte más profunda del bosque para que nunca encontraran el camino de vuelta. Hansel, que había oído la conversación, decidió salir a buscar piedras en el exterior de la casa, pero no lo logró, porque esta vez la puerta estaba cerrada a cal y canto con llave.


Para adolescentes
—No puedo más: demasiado frío. No saldremos de esta, no saldremos de esta…—dijo Gretel mientras se abrazaba a si misma y pensaba que desearía tener a mano las hierbas para dormir que cogía del cajón secreto de su madrastra. Si por lo menos pudiera dormir y no despertar nunca más, no sufriría este frío crudo, insoportable.
—¡Dios, esa maldita bruja!—gritó furioso Hansel y con voz llena de rabia soltó un montón de blasfemias— Le dijo a padre que si no se libraba de nosotros, ya podía ponerse a aserrar las tablas de los ataúdes, porque de ésta no salíamos ninguno.
—Madre, ayúdanos por favor, desde donde estés. Por favor. —susurró Gretel con voz casi inaudible— No nos dejes morir de frío como dos bestias salvajes.
Fue el temblor de la voz de su hermana más que las propias palabras, lo que hizo que un azote eléctrico recorriera la espalda de Hansel. Para empeorarlo todo, el fuerte viento que les golpeaba el cuerpo como un gran martillo frío invisible se embraveció.
—Hansel… Si me sobrevives quiero que mantengas limpia la tumba de mamá, barre un poco y…
—Eso no va a pasar Gretel, no vas a morir.
—Pero hace demasiado frío y…
—No nos pasará nada, solo tenemos que cuidarnos de no quedarnos dormidos. Abre bien los ojos.
Un bocanada de viento helado y sucio hizo toser compulsivamente a Hansel hasta ponerse rojo. Gretel pensó que se estaba ahogando y se quedó paralizada de miedo, por eso, cuando él volvió a hablar, creyó que nunca sentiría mayor felicidad que en aquel instante.
—¿Sientes el frío? ¿Te duele todo?—preguntó Hansel.
—Sí.
—Continúa así, esas sensaciones solo se pueden tener cuando se está vivo.
Gretel miró a su hermano: tenía los ojos apagados y parecía…mayor, mucho mayor que padre y que cualquier anciano de la aldea.

viernes, 24 de enero de 2014

Cita sobre el matrimonio

Antes de poner en duda el buen juicio de tu mujer, 
fíjate con quien se ha casado ella.

Proverbio egipcio


jueves, 23 de enero de 2014

Una nana para vuestros pequeños

Para los que tengáis nenes en casa, os transcribo esta bonita nana para que se la podáis cantar y  duerman bien. ;)

Hallazgo
Me encontré este niño
cuando al campo iba:
dormido lo he hallado
en unas espigas...

O tal vez ha sido cruzando la viña:
buscando los pámpanos
topé su mejilla...

Y por eso temo,
al quedar dormida,
se evapore como
la helada en las viñas...

Autora: (Gabriela Mistral)


La nana "Hallazgo" y la ilustración han salido del libro Libro de nanas , una recopilación de nanas de diversos autores (Federico Garcia Lorca, Gloria Fuertes, Gabriel Celaya, etc) con ilustraciones de Noemí Villamuza.

Ficha Técnica:

Título: Libro de nanas
Autores: Diversos autores
Editorial: Media Vaca
Año: 2004
Tirada: 3000 ejemplares

jueves, 16 de enero de 2014

Cuando suba la marea (de Amaral)

Estaríamos juntos todo el tiempo
Hasta quedarnos sin aliento
Y comernos el mundo, vaya ilusos.
Y volver a casa en año nuevo.

Pero todo acabó y lo de menos
Es buscar una forma de entenderlo.
Yo solía pensar que la vida es un juego
Y la pura verdad es que aún lo creo.

Y ahora sé que nunca he sido tu princesa
Que no es azul la sangre de mis venas
Y ahora sé que el día que yo me muera
Me tumbaré sobre la arena
Y que me lleve lejos cuando suba... la marea.


Por encima del mar de los deseos
Han venido a buscarme los recuerdos
De los días salvajes, apurando
El futuro en la palma de nuestras manos



Y ahora sé que nunca he sido tu princesa
Que no es azul la sangre de mis venas
Y ahora sé que el día que yo me muera
Me tumbaré sobre la arena
Y que me lleve lejos cuando suba... la marea.


Y ahora sé que el día que yo me muera
Me tumbaré sobre la arena
Y que me lleve lejos cuando suba...
Muy lejos, mar adentro, cuando suba... la marea.

Si quieres oírla: https://www.youtube.com/watch?v=Xq5v6EuW9WA

¿Mala suerte?

Según la wiki:
Una superstición (supuestamente romana) plantea que los pelirrojos traen mala suerte, por lo que muchos pelirrojos fueron repudiados e incluso asesinados en épocas pasadas....

¡GLUPS!

miércoles, 8 de enero de 2014

Una metáfora cinematográfica


Dentro del laberinto es la historia de una relación tóxica. La chica, Sarah, comienza la historia contándole a su hermano que el rey de los goblins está enamorado de ella, y hace lo que ella quiere. Por culpa del rey de los goblins, que se lleva algo que Sarah aprecia mucho (en la película, se lleva a su hermano; en la vida real, se llevará su autoestima), Sarah se adentra en un laberinto tan peligroso como complicado, en que, sencillamente, no hay reglas. Ni justicia.
Jareth le ofrece a Sarah cumplir todos sus sueños. A cambio de...: "Sólo ámame, témeme, haz lo que yo digo y seré tu esclavo (...) Te pido tan poco... Solo deja que te gobierne y tendrás todo lo que quieras".
Vamos, lo que cualquier novio tóxico le pide a una chica. ¿Y cómo sale Sarah del laberinto? Simplemente le mira a los ojos y le dice: "Porque mi voluntad es tan fuerte como la tuya... y mi reino igual de grande. No tienes poder sobre mí". Y ya está. Basta con decir eso para que el laberinto se desmorone. Y punto.

Fragmento extraído del libro Tu corazón no está bien de la cabeza de Lucía Etxebarria (páginas 118-119)